7.6.09

Definición del fenómeno OVNI


La traducción del término OVNI significa en el mundo de habla hispana Objeto volador No Identificado. En la mayoría de las regiones, esa sigla es sinónimo de "Plato Volador", en clara alusión a las características de algunos OVNI, "como plato sopero invertido".
Según los últimas estadísticas internacionales, ya no es tan frecuentes la presencia o aparición de los tradicionales "platos" y en la mayoría de los casos los testigos reportan la presencia o el paso de "una luz", "una masa luminosa", "una masa gaseosa fosforescente" con inusitada gama de variación de colores "nunca vistos".
No obstante, el clásico "plato" no es que haya "pasado de moda" como en un principio se creyó, sino que sigue vigente como en sus mejores épocas. Reportes de "platos" se registran en varias zonas de La Pampa en los últimos años, descriptos con lujo de detalles por testigos calificados, entiéndase por este término a figuras representativas de pequeñas comunidades como intendente, policías o maestros.
En definitiva, el término OVNI es lo suficientemente amplio como para abarcar una variada gama de posibilidades que ante una denuncia sirven para iniciar un descarte de las posibilidades de confusión más comunes: un globo aerostático, una bandada de aves, un avión de características especiales, etc.
Los primeros pasos para desarrollar esta tarea apuntan a establecer contacto con la estación de aeronavegación más cercana para verificar un posible tráfico aéreo. También allí se puede certificar la presencia de otro tipo de naves sobrevolando la región.

DETALLES

Dentro de los detalles más significativos a tener en cuenta figura el registro de la hora en que se produce la observación, la dirección de desplazamiento del objeto en cuestión, duración de la experiencia. A esos datos se le sumarán detalles del tiempo, nubosidad, temperatura y posibles derivaciones del suceso en otras regiones.
Obviamente la mayor cantidad de datos surgirán si es noche o día al momento de la observación. Cada una de esas posibilidades nos brindan otra diferente pero muy rica gama de posibilidades de observación a saber de colores, luminosidad, definición de la o las formas (cuando se observaren más de un objeto), maniobras, entre otros items que con mayor detalle se desarrollan en el Proyecto Cóndor.
El término Plato Volador fue acuñado a partir de la descripción que realizara el piloto civil norteamericano Keneth Arnold en el año 1947, cuando al sobrevolar el Monte Ranier advirtió la presencia de varias naves desconocidas que demostrando una ductilidad desconocida se desplazaron a gran velocidad entre la cadena montañosa y desaparecieron de su vista.
Emocionado Arnold relató su experiencia a la torre de control y a su llegada, la comentó a un grupo e periodistas. A partir de allí se difundió la noticia que de alguna manera sirvió a modo de presentación "en sociedad" del fenómeno en la edad moderna. Abundar en detalles de este hecho serviría sólo para repetir párrafos de otras obras que no vienen al caso desarrollar en este trabajo.
Pero... recién ahí surgió el fenómeno OVNI?. No, seguramente hay infinidad de testimonios que dan cuenta de su existencia mucho tiempo antes.
Dejando de lado escenarios desconocidos para quien escribe, me remito a relatos obtenidos en la provincia de La Pampa, en el centro de Argentina, donde uno de los últimos caciques de la raza aborigen, antigua dueña de esas amplios desiertos y montes, definió al tema como "algo natural" ante mi requisitoria.
Sin salir del asombro mi pregunta se convirtió en un casi estruendoso "¿cooomooo?", porque en realidad, después de tantos años de búsquedas, de miles de kilómetros recorridos, una persona sencilla, con la que compartimos una rueda de mate me definió al fenómeno de una manera demasiado simple: algo natural.
Por supuesto su respuesta no se hizo esperar y relató que "cuando era niño" sus padres hablaban de luces extrañas que se veían en toda esa zona, a alturas variables, de distintos tamaños y colores y en algunos casos, pudieron observar extraños objetos volando a los que ellos mismos definieron como casillas o castillos, según el tamaño de lo observado.
Se imaginarán los lectores que si para ellos resulta natural ver pasar volando "un castillo" a baja altura, nuestros argumentos de investigadores de campo no se caían pero... obviamente lamentamos no haber llegado a esa zona mucho tiempo antes, al menos para conocer este tipo de testimonios que nos hablan de la existencia del fenómeno mucho antes de lo que nosotros suponíamos.
Las apariciones fueron relatadas no sólo por los aborígenes contemporáneos, sino por sus padres, sus abuelos, lo que nos habla de una tradición de unos 300 años de fenómenos considerados por ellos como "naturales".
Pero aquí cabe realizar una observación y marcar un detalle al que me referiré en forma extensiva más adelante y se refiere a la existencia de lo que también en las zonas rurales se conocen como "luces malas". Porque en este caso el cacique Ranquel aseguró que "hay luces muy chicas" que a veces acompañan a quienes circulan a caballo por el campo. "Si uno les tiene miedo, esas luces se acercan" inclusive "hasta pueden asustar al caballo", y ni hablar del jinete y marcó una diferencia en la coloración de "las luces".
Según los relatos tradicionales, las luces de colores azulados o blanquecinos "son buenas", mientras que las de color rojizo "son malas", supuestamente porque son las que asustan la gente que se le aparece, no porque haya antecedentes de sucesos violentos (¿o sí y los desconocemos?).
Lo cierto es que el fenómeno de mil variantes es conocido en todos los sectores de una amplia región central del país y seguramente tiene similitud con otros sucesos registrados en otros lugares que hasta tienen una tradición folclórica.
A esta altura, hablar de la definición del fenómeno es bastante difícil. ¿Por qué tenemos que encasillar, clasificar y definir lo que no conocemos?. Tal vez en ese sentido empezamos al revés y el título del capítulo tendría que haber sido "En Busca de una Definición", cosa que seguramente también hubiera resultado difícil.
Pero, en fin, de alguna manera hay que empezar con los parámetros que conocemos y es por eso que me propuse tratar de "comprender" el comportamiento del fenómeno y hallar la mecánica menos complicada para transmitirlo.
El término OVNI (Objeto Volador No Identificado) en definitiva significa lo que expresan esas cuatro palabras. A veces distintos fenómenos atmosféricos naturales pueden producir fenómenos que nosotros mismos encasillemos dentro del término OVNI, precisamente por que desconocemos su origen.
Pero cuando un testigo nos habla de "Plato Volador", ahí comienza nuestro interés, porque se está haciendo referencia a algo desconocido pero de alguna manera "definido", porque ese término sugiere la posibilidad de una nave con ocupantes de otro mundo, de extraterrestres, y un sin fin de posibilidades más que van desde un posible contacto, una experiencia desconocida, una huella, etc.
Todos los inconvenientes para tratar de definir un tema tan complejo, llevan a los investigadores a chocar con una barrera supuestamente sólida que presentan los científicos ortodoxos, que en la mayoría de los casos niegan "a pie juntillas" cualquier posibilidad de vida en mundos desconocidos, por el sólo hecho de no tener las mismas características que el nuestro.
Pero... ¿quién nos asegura que no pueden desarrollarse otros tipos de vida en condiciones totalmente diferentes a las de la tierra?. Sin ir más lejos, en la actualidad se están descubriendo formas de vida desconocidas en el fondo de los mares, que tal vez tienen una "tradición" de miles de años, pero como el hombre no tenía capacidad tecnológica, recién ahora sabe y acepta su existencia, descubierta ... ¿por quién...?, por los científicos que no se limitan a estudios en sus cómodos escritorios, sino que se ponen al frente de los equipos de investigación sin importar los riesgos y los lugares en que se desarrollan las experiencias. Estos por supuesto no se encuadran dentro de los científicos ortodoxos.
Por mucho que les pese a los escépticos o detractores, el fenómeno "está ahí", porque resulta incomprensible y hasta imposible que personas desconocidas entre sí, separadas por cientos o miles de kilómetros describan vivencias similares, relaten hechos y detalles sin siquiera haber intercambiado una opinión. ¿Qué respuesta le darían a eso?. Seguramente los escépticos le abren una puerta a un fenómeno psíquico desconocido o nuevo, que obviamente no hay que descartar pero... por algo las grandes potencias han destinado millones de dólares al estudio e investigación del fenómeno.
Creo que a esta altura, ya no tienen cabida los negadores "profesionales" porque la gente común está planteando la necesidad de tener respuestas ante la evidencia real de "algo" que se manifiesta en forma cada vez más frecuente.

CLAVES DE UN CONTACTO

A la hora de comprensión del fenómeno, los interrogantes dan vueltas como si se tratara de un círculo. Partimos de un punto y al cabo de cierto trayecto, estamos nuevamente en él. Cómo se comprende esto?.
Una pregunta corriente que se hace el común de la gente es ¿por qué los ET no entran en contacto con el hombre?. La respuesta pareciera sencilla: con la cantidad de casos del tercer tipo que se han registrado, no será suficiente como para afirmar que se han producido muchos contactos entre ET y hombres?.
Por otro lado, hay quienes sostienen que los ET han mantenido contacto con grandes potencias. ¿Será cierto? y si así fuera... serán tan inteligentes?, porque todos sabemos que no por tener más poder, quienes lo detentan son más inteligentes que el resto de la población.
¿O es que entre los ET también hay seres que detentan el poder y logran acuerdos sólo con poderosos?. Eso obviamente daría por tierra con las teorías de varios "contactados" que le asignan una misión pacífica y mesiánica a los visitantes estelares.
¿Será cierto que la ciencia dio un brinco espectacular a partir de la captura de una nave alienígena en Roswell, de la que los científicos obtuvieron avances tecnológicos significativos en la ciencia y las comunicaciones en cuestión de pocas décadas?. ¿La computación sería una de las muestras?.
A todos esos interrogantes los iremos ampliando en el transcurso de esta obra, pero no para dar una respuesta, sino para reforzarlos como tales y brindar a los lectores elementos que nos permitan forjar y compartir una opinión lúcida sobre la cuestión.

Oscar Alfredo Mario

Centro de Estudios UFO (Argentina)

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